Cuando hay una pérdida gestacional, hay que elaborar el duelo. Y socialmente no estamos acostumbrados a hablarlo, ni mucho menos a empatizar con las mujeres que pasan por ello.
Es un tabú; o en muchos casos se obvia la existencia de esos bebés, sobre todo si la pérdida gestacional se produjo de manera temprana (en numerosas ocasiones si no llegas al tercer mes de gestación parece que no ha existido el embarazo para el mundo que te rodea).
Cada vez son más las mujeres que tienden a buscar una red de apoyo, a contar cómo se sienten y cómo ha sido o está siendo el proceso; poder hablarlo ayuda a gestionar la pérdida y visibiliza este hecho, dándole la importancia que tiene para las personas que han pasado por ello.
Uno de los proyectos que trabaja en la visibilización de la pérdida gestacional y neonatal, es