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domingo, 19 de agosto de 2018

El duelo de la mujer que no será madre. A colación del artículo de Nerea Balinot en REVISTA CONTEXTO

foto extraída de EL OBSERVADOR
Hace poco encontré un artículo llamado "Cuando querer no es poder: el duelo de la maternidad" y quería dar publicidad a iniciativas que dan soporte a la mujer en estos casos.

Cuando estás buscando el embarazo y no lo consigues, la idea de no poder ser madre nunca, empieza a sembrarse; entonces echas la mirada atrás y recuerdas la cantidad de años que llevas menstruando, y te preguntas si tiempo atrás habría sido más fácil. Más fácil biológicamente, quiero decir, porque sabes a ciencia cierta que hace 10 años, ni tenías la estabilidad económica-laboral apropiada ni (al menos a mi caso) la pareja con la que deseabas formar una familia.

Cuando leí este artículo, me sentí reflejada en muchas de las palabras de las mujeres que en él expresan sus vivencias: estudios, trabajo, pareja, vivienda/hipoteca, ganar en experiencias de cualquier tipo... tiene un alto coste de TIEMPO. Y cuando te empiezas a plantear tener un bebé, comienzas a darte cuenta de cosas como:

  • que nadie te enseñó a conocer tu cuerpo. Sabes que sangras en tu menstruación y conoces un par de formas para absorber ese supuesto "desecho". Pero hasta que no empiezas a tener problemas para concebir o algún desarreglo, no sabes mucho acerca de tus órganos genitales y reproductores, de las hormonas que se encuentran relacionadas con estos cambios cíclicos, de las consecuencias fisiológicas y emocionales derivadas de estos cambios, y te das cuenta de que falta mucho apoyo para dar respuesta a las necesidades derivadas de todo ello.
  • que la sociedad no te sostiene como mujer. Si tienes un hijo pronto, es dificil volver a reenganchar con estudios o futuro laboral (o ese es el miedo que se inculca); si lo tienes en medio de tu avance laboral parece que te estanca profesionalmente o te cierra oportunidades, o bien te exige elegir por uno de los dos ámbitos, con críticas aseguradas elijas como elijas. Si decides esperar... nadie te avisa de que probablemente tus posibilidades de embarazo vayan a bajar bastante, simplemente se obvia. Y tú, que aunque estudiaste biología y sabes que con la edad baja la fertilidad, no crees que te vaya a pasar a tí. Toda la vida usando métodos anticonceptivos es por algo ¿no?
  • otra cosa que comienzas a valorar, no es solo tu capacidad reproductiva, sino la capacidad reproductiva de la pareja que eliges y de la combinación de ambas. Te pasas la vida esperando a un buen momento para plantearte tener descendencia, y cuando parece que es un buen momento y se alinean los planetas, resulta que ni era tan facil ni tan rápido como siempre te habían contado, y en 12 meses, aparece la palabra clave de tu médico que cae como una losa: FERTILIDAD. Poco más te explican, y cuando empiezas a investigar descubres que las pruebas más incómodas, dolorosas e invasivas son para....tacháaannn: la mujer!
En el artículo de Nerea Balinot, hay una frase que me parece muy importante rescatar:

"Si cada menstruación es una pérdida, la incuestionable certeza de que no podrán ser madres se convierte en el gran duelo (...) y es necesario llorarlo, sufrirlo y aceptarlo’’. También, aprender que hay maternidades más allá de los hijos –hacia un proyecto personal, unos sobrinos o incluso una misma– y que, después de no ser madre, la vida sigue."
Siempre me pregunté qué opciones de ayuda y soporte existen para la mujer en estos casos, y en este artículo nos hablan de un proyecto creado por Gloria Labay llamado  "La vida sin hijos", ofreciendo artículos de interés y creando encuentros para involuntarias personas sin hijos. Para aquellos que viven en Barcelona, me parece a mí, puede ser una red de apoyo importante.

En su web también puedes encontrar bastantes enlaces a webs relacionadas con el tema, como por ejemplo:

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